ESTUDIANTES VELAN POR LA CONSERVACIÓN DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
11 de Diciembre de 2012
La Ciudad
Universitaria de Caracas cumplió 12 años en la lista de Patrimonio de la
Humanidad.
Cada mosaiquillo, trozo de piso, pared o
baranda de la Ciudad Universitaria de Caracas es Patrimonio de la Humanidad.
Daniela Araque bien lo sabe, pues cada mañana se levanta a las 4:00 am y se traslada de Los Teques a Caracas para recibir clases en sus salones. Araque, de 17 años de edad, forma parte del Programa Vigías del Patrimonio, de la División de Promoción y Apropiación Social del Consejo de Preservación y Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, en coordinación con el Programa Samuel Robinson.
"Ser vigía es una motivación adicional para asistir cada día a la universidad. Se trata de crear conciencia. No sólo es hacer vida aquí, debemos cuidarla. La universidad es un joya de la arquitectura que costó mucho tiempo y trabajo hacer y por eso debemos preservarla", afirma Araque.
El 2 de diciembre se cumplieron 12 años de la incorporación de la Ciudad Universitaria de Caracas a la lista de la Unesco, lo cual la certifica como Patrimonio Mundial de la Humanidad. El campus representa una obra de arte del genio creador humano, materializado en la figura de Carlos Raúl Villanueva, y es un ejemplo del urbanismo moderno, la arquitectura y el arte de comienzos del siglo XX.
Un total de 110 estudiantes del Programa Samuel Robinson se forman para apoyar al Copred en la preservación de las 107 obras que constituyen la colección Síntesis de las Artes Mayores, 89 edificaciones y 36.000 metros lineales de murales.
En cada esquina de la Ciudad Universitaria conviven diversidad de puntos de vista, opiniones y expresiones artísticas o deportivas. Una tarde normal en la Plaza Cubierta puede haber simultáneamente clases de tango, de danza árabe y de hip hop, la entrega de los títulos registrados, grabaciones de videos, múltiples conversaciones y la época es propicia para que se sume un bazar navideño.
"Aquí se reúnen estudiantes y grupos externos a la universidad. Somos multiplicadores del mensaje de la preservación.
Si vemos un afiche pegado en el concreto, no basta con quitarlo. Nos acercamos a la gente y les explicamos que hacer eso deteriora el patrimonio", dijo María Laura Rivera, integrante del grupo de vigías.
Otra visión. El Programa de Vigías Patrimoniales se creó en 2008, pero no tuvo continuidad por falta de recursos. Se reanudó este año, después de haber obtenido el premio del Programa Desarrollo Cultural 2012, que entrega el Banco Interamericano de Desarrollo.
El proyecto de la UCV compitió con más de 1.000 propuestas de 50 países. El reconocimiento consiste en el financiamiento parcial de un semestre del programa de voluntariado.
"Los enseñamos a despegar la publicidad o propaganda que adhieren a los muros de concreto armado y que causan un daño irreversible, a remover los graffiti, los involucramos con el Jardín Botánico para que conozcan el Herbario Nacional, la variedad de especies que allí se resguardan y por qué hay que preservarlas. Es importante que aprendan los valores ucevistas porque nadie puede cuidar lo que desconoce", explicó la coordinadora Xiomara González.
La formación de los vigías patrimoniales empezó a principios de noviembre. La capacitación les permitirá incorporarse al resto de las actividades y programas que lleva a cabo el Copred.
"Esto nos enseña a ver la universidad con otros ojos. Somos preuniversitarios, aún no somos estudiantes regulares. Es excelente que desde ahora nos induzcan a cuidar la universidad y a multiplicar ese mensaje", afirmó Rivera.
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