CIUDADES INTELIGENTES: desarrollo sostenible y calidad de vida para los urbanistas.
28 de Agosto de 2013
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En Latinoamérica estamos conscientes de que en sostenibilidad estamos atrasados con respecto a países europeos. |
De acuerdo a cifras suministradas por la ONU, la población que habita en ciudades pasará de los 3,2 mil millones actuales a cerca de 5 mil millones para el año 2030; es decir, 3 de cada 5 habitantes vivirán en centros urbanos. Se estima que existirán 600 mega ciudades que concentrarán el 65% de la población mundial.
Ante este panorama, es necesario desde ya incrementar los esfuerzos y las inversiones para lidiar con el impacto que provocará esta sobrepoblación en el futuro próximo. ¿Cómo garantizar una mejor calidad de vida a los ciudadanos ante la nueva realidad que se avecina?
La sustentabilidad es un requisito para el desarrollo. No sería desarrollo si no fuera sustentable”. Carlos Martínez. Especialista en temas ambientales. Director de la Corporación Oikos.
Una ciudad será inteligente en la medida que sea social, económica y ambientalmente sostenible para sus habitantes.
De hecho el concepto más homologado de ciudades inteligentes parte de la sociedad participativa, la que actúa por sí misma para integrar las iniciativas orientadas únicamente a mejorar la calidad de vida, la gestión eficiente de los recursos y servicios y la sostenibilidad.
De acuerdo con Jesmina García, directora de la unidad de Smart Cities de Smartmatic, la necesidad de proveer servicios urbanos de manera óptima hará indispensable la implementación de nuevas tecnologías.
Será también necesario que las soluciones ofrecidas no sólo optimicen la provisión de los servicios, sino que además ofrezcan experiencias personalizadas a cada uno de los ciudadanos que las utilicen, estimulando el desarrollo sostenible y la gestión consciente de los recursos naturales.
Desde esta perspectiva, Smartmatic diseña modelos que permitan desarrollar y aplicar tecnologías tendientes a la sostenibilidad y mejora de la provisión de servicios a la medida de cada ciudad. Tal como comenta García, "se trata de saber combinar un profundo conocimiento local de cada región con la capacidad de crear y adaptar soluciones integrales, pues los grandes cambios que se avecinan no se construirán con cemento sino con tecnología, planificación y el compromiso de autoridades y ciudadanos".
Los gobiernos tienen, en promedio, dos décadas de atraso con respecto al sector privado en términos de tecnologías que los ayuden a cumplir sus objetivos. Sólo reducirán sus deudas masivas y podrán proveer la calidad de servicio que sus ciudadanos necesitan si se vuelven más eficientes.
La eficiencia sólo puede ser alcanzada usando tecnología de forma acentuada. Este es el único enfoque que puede permitir el rediseño de procesos gubernamentales claves.
Las entidades públicas, como responsables de la provisión y/o rectoría de diversos servicios básicos e infraestructura urbana son fundamentales en la mayoría de los procesos que pueden modernizar a las ciudades.
Así mismo, no se puede minimizar la importancia de las empresas, que aplicando sus innovaciones pueden poner a disposición tecnologías que permitan la automatización, optimización y control de diversos elementos claves para una ciudad, como la movilidad urbana, la seguridad pública, energía eléctrica, entre otros.
Finalmente tenemos a los habitantes, los usuarios de las tecnologías quienes cada vez se vuelven actores más fundamentales en su rol de generadores de información y de la retroalimentación que permite que las mismas funcionen y a su vez puedan ser mejorados.
“Nuestra unidad Smart Cities desarrolla tecnología destinada a propósitos específicos, con el fin de ayudar a los gobiernos a cumplir sus metas. Al mismo tiempo proveemos todos los servicios necesarios para desplegar e implementar exitosamente estas tecnologías, y gestionar eficientemente los cambios que éstas traen consigo.
Las ciudades inteligentes serán el paraíso de la interconectividad, ya que todos los sistemas de información y sus redes de sensores, incluyendo los de edificios, escuelas, hospitales, organismos de orden público, sistemas de transporte, redes de servicios y comercios, estarán vinculados. Por ello, explica García, es necesario e imperativo “desarrollar la inteligencia urbana. Crear espacios innovadores, conectados y cohesionados socialmente, con foco en el ciudadano, cuyo rol protagónico en el desarrollo de las futuras ciudades será clave”